Sé que hace mucho tiempo desistí de seguir con este cuaderno, como siempre por pereza, como siempre por hastío. Pero de vez en cuando aparece un revulsivo que me hace volver a este pequeño rincón trastocándolo, volviéndolo a reinventar.
Escribir es una necesidad, no es otra cosa. Muy pocas personas lo hacen perfectamente bien, y desde esas altas instancias el texto escrito se va deteriorando hasta el más ínfimo nivel. Sin embargo algo nos impulsa a hacerlo o, al menos a mí.
Ni soy ni pretendo ser un escritor ni tan siquiera mediocre, pero necesito escribir y que tú me leas.
Gracias.