El diccionario
de la Real Academia de la Lengua, define como “soterrar”, “esconder o guardar
algo de forma que no aparezca”, luego, de improviso, siempre aparece, ¡siempre!.
Ya sé que la palabra “emboscado” nada tiene que ver con la anterior, pues su
definición es “poner encubierta una partida de gente para una operación militar”
y “entrarse u ocultarse entre el ramaje”, pero he aquí que hoy no dejo de darle
vueltas a su posible homología.
A
mí, me pareció perturbador que, en las elecciones de ayer, 13 de julio de 2014,
para elegir delegados en el próximo congreso del PSM, apareciera una lista
alternativa a la única que, hasta el último momento, se había presentado. No
por el hecho de que se presentara, ojala se hubieran presentado por lo menos
seis, sino por el hecho, en sí, de que por una parte y por otra, no hubiese
habido el suficiente diálogo para conocer, primero la existencia de esas
sensibilidades alternativas y, segundo, para dársela a conocer al resto de
militantes y que su elección fuese realmente posible con un mínimo de reflexión.
De ello, yo, como miembro de la comisión ejecutiva debo autoinculparme de este criticable
hecho en la parte que a los “organizadores” nos corresponde, eso sí minimizada
por la puesta en nuestro conocimiento in
extremis. Estoy convencido de que, de esta disfunción todos somos
conscientes y a partir de este momento, con el aporte de la imprescindible información
previa por la otra parte, no se repetirá más.
Pero
siguiendo escarbando en el asunto, por aquello de “inquirir curiosamente lo que
está algo encubierto y oculto, hasta averiguarlo” me preocupa la cuestión de
por qué no se da a conocer, por aquellos que tuvieron la iniciativa, sin ambigüedad
y con la deseable anticipación, las razones de esa alternativa, máxime cuando
hubo una pregunta directa a uno de los miembros de la citada lista, que hice yo
mismo, y se contestó con un “alguna diferencia habrá cuando existe”. Poco
ejercicio de trasparencia, que tanto se invocó por el aludido durante buena
parte de la jornada, cuando ella la circunscribe a esa frase.
Todo
militante sabe, a poco que conozca el funcionamiento de su partido, quienes y cómo
se promueve la lista de delegados propuesta por la Comisión Ejecutiva, en ella
se designó, en una de las reunión periódicas, como representantes al Secretario
General y a la Secretaria de Organización, ¿es obvio, no?, por su naturaleza,
es la representación oficial. Poco se puede explicar de esa designación no ideológica
sino de representatividad, pero ¿quién o quienes fueron los promotores de la
segunda lista?, ¿en que reunión, cuya realización no se publicitó, se planificó
esa lista?, ¿Cuáles son las motivaciones de esa disidencia que difiere de una
simple representación orgánica?
¡Qué
aburrida es la política!. Está claro que nos pasamos la vida viajando. Lo malo
es que siempre hacemos el mismo trayecto, el de Málaga a Malagón; ¿será porque
implementamos las mismas soluciones a problemas viejos?, ¿será por una
sempiterna lucha cainita por el liderazgo?.
Tan necesario
es solucionar los problemas del pueblo, que en ello trabaja el Grupo, como los
problemas de la Agrupación y eso es cosa de la Comisión Ejecutiva.