sábado, 31 de diciembre de 2011

Agrupaciones

Para cada militante una Agrupación es un concepto distinto. Como también lo es el propio partido. Somos seres humanos cuya capacidad de abstracción impide, afortunadamente, la uniformidad que otros animales comparten en sus vivencias.
Para mí una agrupación es un premio. Premio al trabajo, al tesón, al empecinamiento ideológico. Es el lugar donde se juntan los compañeros que aportan sus distintos puntos de vista y sobre los cuales se hacen los oportunos debates para dirimir la acción optima para progresar ideológicamente en el entorno. Es el lugar donde se forman políticamente los militantes, y el lugar donde buscan cobijo los necesitados de algún tipo de apoyo político.
Una agrupación es el faro ideológico de una comunidad, asentada territorialmente o sectorialmente. Es un ejemplo para allegados y para terceros. Es la garantía de que alguien te escucha y el sitio donde encontrar respuestas.
Pero ese faro, ese ejemplo, no viene implícito en la apertura de esa agrupación, sino que dado que está formada por personas, es el talante de todos y cada uno de los militantes que la componen la que la constituyen. Por eso, entiendo, que deben de existir la motivación necesaria y suficiente para que los militantes puedan desarrollarse libremente y organizar la acción política, pero también para poner coto a individuos disonantes de esa acción que por su personalidad oportunista, ególatra, conspiratoria o improductiva, anteponen sus proyectos personales apoyándose, o incluso a costa, en los colectivos.
Dado mi concepto de agrupación, no dudo en que la funcionalidad de las agrupaciones debería de ser controlada por el PSM, manteniéndose o no según los beneficios que aporte al partido, ya que su existencia sólo tiene significado si se basa en el partido.
La pregunta es: ¿Pasarían algunas agrupaciones este tamiz?.