lunes, 20 de septiembre de 2010

Palabras huecas

Claves de un conflicto

Las Juventudes Socialistas se desmarca de Zapatero en su apoyo a Sarkozy

Cospedal evita criticar el discurso del PP catalan antigitanos

¡Qué bonitas son las palabras huecas!. Deberíamos tener un manual de estilo en el que se incorporasen ciertas acepciones con los que formar una apasionante frase por la que los demás nos confundiesen con personas honorables, educadas, solidarias, vamos, unos santos. De esta forma podríamos conquistar corazones y voluntades, pero como son palabras huecas que no nos comprometen, podríamos vivir sin el peso del reproche de ajenos o de nuestra conciencia.


Yo, si fuese hábil en estos menesteres, podría repartir lisonjas entre enemigos declarados esperando recoger de ambas partes, los beneficios de lo que tan descaradamente siembro; faltar cuantas veces quisiere a mi palabra, desmentirme y escoger siempre aquello que más me interesase; incluso podría, sin sonrojarme, cambiar mis preceptos morales e ideológicos como un gran prócer se cambia de traje.


Podría manejar a mi antojo las palabras igualdad, fraternidad, solidaridad, justicia libertad, o aquellas otras de integración de respeto a minorías, de libertad de circulación, de derecho a los servicios sociales a marginados, derecho a la educación a los servicios sanitarios, etc, etc, etc. Vamos podría decir, incluso, que Serkozy tiene razón, que la actitud de mi querida república francesa no es equiparable a una deportación, y que Viviane Reding es una metepatas impresentable.


¡Sería cojonudo!.

El País (22/09/2010): Gitanos

El País 23/09/2010: La Comision Europea cree que las expulsiones de gitanos son ilegales

domingo, 5 de septiembre de 2010

De abajo a arriba



Cuando era pequeño me dijeron que la lección había que aprendérsela de arriba abajo; cuando era pequeño me dijeron que tenía que amar a Dios que estaba arriba, en el cielo, escrutando lo que hacíamos aquí abajo; cuando era pequeño me dijeron que Franco era caudillo de España por la gracia de Dios y que los ángeles iluminaban su camino desde las alturas.
Cuando aquella señora de vestido negro visitó mi casa todavía era pequeño, rompió mis juguetes y terminó con mis mimos, me convertí en un mal estudiante, deje de creer en Dios y aborrecí a Franco. ¿Para qué me servían los de arriba si yo estaba abajo?. ¿De qué me servían esos incompetentes que me habían abandonado abajo?.
Aprendí otra cosa. Aprendí que pisaba sobre el suelo, y me gustó el suelo. Aprendí que a mi lado había otro muchacho y otra muchacha como yo, y otros y otras más, y me gusto su compañía. Aprendí que nada existe realmente y que somos nosotros los que tenemos que crear nuestros propios proyectos, sudando, luchando y trabajando, y me gusto sudar, luchar y trabajar cuando lo hacía junto a esos muchachos y esas muchachas. Y me gusto, y me gusta ahora, hacerlo desde aquí abajo, pisando descalzo esa tierra empapada por la lluvia. Y me gusta porque porque somos gente seria que no estamos en los cielos, pero contamos con la dignidad de nuestro esfuerzo.
Hoy, en el acto de inicio de la campaña de Tomás Gómez, para las primarias a las elecciones autonómicas de Madrid, Matilde Fernández, senadora y diputada de Madrid, me ha recordado que soy gente seria; Juan Barranco, el último Alcalde de Madrid del pueblo llano, me ha dicho que soy de los de abajo y Tomás Gómez, Secretario General del PSM (PSOE), me ha dicho que todos y todas, tenemos que subir arriba para desalojar a los mercantilistas. Y todo ello con seriedad, con trabajo y con responsabilidad.
Yo no soy nadie, soy un militante socialista de base de un pueblo de Madrid, y quiero empujar de abajo a arriba a mi partido para echar a esos incompetentes del Partido Popular que valoran a los de abajo por su capacidad económica y no por su calidad humana.
Como terminó Tomás su discurso: ¡Salud!, ¡salud!, ¡salud!.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Se trata de ganar

Opinión de Rafael Simancas
Opinión de Pedro Castro
Plataforma Trinidad Jiménez
Entrevista a Tomás Gómez del País


Creo que un militante de base tiene más claro lo que es la política que cualquier otra persona que no tenga un compromiso definido. Pero lo más curioso es que, posiblemente, a un militante con responsabilidades orgánicas, al igual que al extraño, también se le haya nublado el concepto en aras de otros vectores que inciden sobre su actuación pública y que desconocemos las bases.


Como militante de base que soy puedo asumir a priori el posible error propiciado por la falta de perspectiva que mi condición me impone, sin embargo también creo que cuanto más específica sea la responsabilidad del compañero que la tenga, mas necesario es, de vez en cuando, volver la vista hacia los orígenes de su implicación en un partido político. Este recordatorio nos sirve para utilizar las vías de progreso como lanzaderas hacia el perfeccionamiento de nuestra ideología, y no como tortuoso camino hacia una vía muerta.

Hoy nos encontramos, en el PSM, inmersos en unas primarias y creo que eso es bueno. Incluso deseable. Nuestro reglamento nos impulsa a ellas como muestra de que somos un partido de bases, sólo jerarquizado por la delegación temporal, por esas bases, como metodología de trabajo realista. Por ello no termino de entender muy bien que esa manifestación de democracia se vea enturbiada por aquellos que se expresan de forma un tanto agresiva, fruto de una reacción excesivamente primaria para lo que les exige su cargo. Tampoco entiendo a aquellos otros que se refugian tras una argumentación excesivamente simplista como es la de “Para ganar”.

¡Hombre!. Yo creo que ese título nos desacredita un poco. Cuando era pequeño e iba al colegio los profesores nos decían, “lo importante es aprender, no sacar tal o cual nota”. Yo entendí que el objetivo era saber y la nota era una consecuencia, y eso me ha acompañado durante mi vida. ¿Es ganar unas elecciones la meta o la consecuencia de mantener un partido valorado por sus activos, por su entrega, por su esfuerzo, por sus objetivos?.

Mi partido no puede encajar, porque no se lo merece, las palabras pronunciadas por Unamuno el día 12 de octubre de 1936: “Venceréis, pero no convenceréis”.

Tomás, Trinidad y cuantos compañeros queráis defender vuestra acción en estas primarias: gracias a todos porque, encontréis el respaldo que pedís o no, seguro que valdrá para mantener en el lugar que se merece el partido de la igualdad, de la justicia y del progreso, el Partido Socialista de Madrid (PSOE).