domingo, 18 de noviembre de 2012

Señor de los ateos, confieso que he pecado de palabra y obra:



Confieso que he llorado con lágrimas de desencuentro; confieso que he soñado con un cielo mejor; confieso que he sentido desesperarse mi alma; confieso que me ha ahogado la soledad.

Me confieso vanidoso, por pensar que sólo mi camino es la vereda; me confieso soberbio, por no abandonar mi convicción; me confieso rebelde ante lo que veo en rededor; me confieso envidioso al ver la prepotencia de los que se me enfrentan; soy  orgulloso, Señor, porque detrás de mi llevo ciento treinta años de historia que me apoyan y me reconfortan.

Pero no me arrepiento, Señor. Ni hago propósito de enmienda. Estoy aquí, estamos aquí y, aquí vamos a seguir, Ayer, zaherido y hastiado,  levanté los ojos desde mi individual campo de batalla; miré al cielo, escampaba, cogí mis armas y mi atillo, y me uní a la columna que frente a mí pasaba rumbo a un proyecto, a una idea, al verdadero campo de batalla. Vamos a “Hacer PSOE 2015”.

www.psoe.es/ambito/hacerpsoe2015/news/index.do?id=670329&action=View