lunes, 16 de abril de 2012

¡Bueno!. Se acabó


El día 14 de abril de 2012, día de la república, fue proclamada la nueva ejecutiva de la Agrupación Socialista de Villaviciosa de Odón y yo no tuve cabida en ella.
Si he de ser sincero, me duele. He tenido la oportunidad durante los cuatro años pasados de luchar activamente por el socialismo desde una perspectiva de planificación y gestión y, no ha sido evaluado como provechoso para la Agrupación. Ahora se me relega a contribuir con las ideas socialistas haciendo bulto en las actividades que otros van a gestionar y planificar. Sí, me duele.
No me preocupa la decisión tomada con respecto a mí. Cada jefe de equipo es muy dueño de plantear su equipo analizando y desechando a aquellas personas con opción a integrarlo; si no doy el perfil, pues no lo doy y punto. Pero sí me preocupa intuir que nada he aprendido de mis errores, pues en este punto creo que nadie ha sido sincero conmigo, valientes sí, sinceros no, y por tanto, no hay enmienda posible sobre lo que se desconoce. Quedo, por tanto inhabilitado para un futuro que, desde ya, acepto.
En definitiva, por mucho que yo me creyera válido, no lo he sido tanto. Y eso me hace pensar lo ridículos que los seres humanos podemos llegar a ser en nuestra arrogancia. No voy a analizar por mi cuenta las causas de mi ostracismo, ni puedo ni creo que lo hiciera acertadamente; simplemente lo asumo. Pero me doy cuenta de que las causas han de ser importantes para ser el único que ha salido del equipo por no dar el perfil, o para que ni siquiera mi presencia, activa durante todos estos años, me haya valido una vocalía en la ejecutiva.
Jamás me importaron títulos ni cargos, sólo quería luchar en primera línea para aportar lo mejor que tuviera al socialismo; no pedí favores ni nunca los recibí, nunca pretendí hacer carrera política ni ostentar prebendas ni magnificencia que nunca, ni uno ni otro, me fueron otorgadas. Pero, sin embargo, tengo mucho que agradecer. Agradecer a aquellos que tomaron la decisión aquel 7 de noviembre de 2008, de incorporarme en la ejecutiva como Secretario de Política Municipal. De ello devino para mí, una experiencia inolvidable, una experiencia que recordaré siempre, pues gracias a ello tuve la oportunidad de luchar por mi ideología a la que por fin pude respaldar después de muchos años de deseo; y eso es un hecho de absoluto orgullo personal.
También debo pedir perdón. Perdón a aquellos que mi excesivo celo zahirió, a aquellos que ofendí y a aquellos que pude causar mal. Nunca con ello quise traspasar el umbral del lance político, nunca arribé a la inquina personal. Les aprecio muchísimo, pues tras mis críticas o tras mis adulaciones, tras las disputas o tras los apoyos, todos son mis compañeros en la lucha en pro del socialismo.
          ¡Bueno!, pues eso, que se acabó.