viernes, 12 de marzo de 2010

Desobediencia civil

¡Que miedo da todo esto!. Parece como si las personas tuviésemos memoria de pez. Esto sería bonito. Pero la realidad no es esa, la realidad es que algunas personas carecen de escrúpulos y son capaces de destruir lo más básico antes de respetar el genuino derecho a discrepar o de incrementar su protagonismo.


La foto de tal bárbaro aniquilador se hace tangible con el mismo método que utilizamos al pretender aclarar una normativa y la pasamos por el filtro de sensu contrario (en sentido contrario). Es cuando las cosas se le tuercen al bárbaro afloran sus peores instintos homicidas.

¿Cabe la mentira y la tergiversación en la honestidad del político que todos queremos?, ¿cabe la desobediencia civil dentro de la praxis democrática?, ¿cabe en un político hacer prevalecer in extremis los propios postulados negándoles el agua y la sal a los disidentes?. ¿Es la democracia que construimos el absolutismo de la mayoría, o el respeto a las minorías?. ¿Es la máxima de nuestros políticos garantizar, proteger, las instituciones públicas democráticas, o es válida su precariedad cuando es gestionada por el opositor?.

¿Se ha vuelto Esperanza Aguirre un peligro no sólo para la estabilidad del PP o para los intereses regionales de Madrid, sino también para la naturaleza democrática de este País?. El tempo de Esperanza Aguirre a terminado y su actitud ante este final la define.