Otros vendrán que sean capaces de dedicar, por entero, su vida a un ideal político y no a un ideal personal; otros vendrán que sean capaces de aguantar muchos reveses, muchas decepciones sin personalismos, con argumentaciones ideológicas y políticas; otros vendrán que sean capaces de anteponer una lucha de clases a sus propios intereses personales.
Gente que haga prevalecer sus ideas sobre su individualismo.
Algunos no pensarán en un sueldo; algunos no pensarán en un estatus social; algunos no pensaran en resolver sus propias frustraciones; algunos no pensarán en odios y venganzas.
Gente que se reconocerán entre las bases, no entre los paladines.
Habrá quien sea capaz de rebatir y no combatir a sus pares. Habrá quien sea capaz de construir sin destruir, Habrá quien busque la razón en su oponente y el error en sí mismo.
Uno más entre todos.
Sí. Alguien habrá. Pero hasta que lo reconozcamos: ¡Salud Marcelino!.
El País: "Hacen falta muchos Marcelinos"