jueves, 24 de noviembre de 2011

¡Pues va a ser que no!




Uno, bicho raro donde los haya, socialista y convencido de que se ha cometido una injusticia con la crítica de la gestión del Presidente del Gobierno Sr. Rodríguez Zapatero, creía, tonto de mí, que mis compatriotas se iban a echar las manos a la cabeza por lo que habían hecho instantes después de depositar su voto liberal en la urna. Y no. No ha sido así.

Todavía no ha tomado posesión el Sr. Rajoy, cuando ya se percibe el futuro para aquellas personas que dependen de un sueldo, ya las comunidades autónomas se hacen eco de los devaneos liberales, ya se amenaza a funcionarios, pensionistas, dependientes, escolares, docentes, sanitarios. Tarde para rectificar los votantes, los líderes del PP callan y se hacen los esquivos para no explicar cuales son sus milagrosas recetas para sacarnos del descalabro económico que creo el sistema liberal americano, esas explicaciones que no dieron cuando debían con el beneplácito de los votantes, antes de las elecciones. Sólo gracias a los ansiosos mercaderes que exigen explicaciones o le dictan al presunto líder liberal lo que debe de hacer. Sin embargo en las calles no se aprecia reacción de frustración. Parece que en este país los toreros votan a la Liga Antitaurina. Somos así de quijotes.

El Estado es el problema