sábado, 1 de enero de 2011

Programa electoral

¿A la hora de crear un programa electoral, qué es lo que tenemos que evidenciar?, ¿las buenas ideas en infraestructuras, la honradez, la mejor gestión, quizás la promesa de que nosotros no vamos a cometer los errores o los fraudes de nuestros rivales políticos?. ¿Esto es lo que vamos a ofrecer a los ciudadanos?. ¿Pero, esto no es lo mismo que ofrece el PP, IU,PPVO, etc?

Si echamos un vistazo a nuestro “proyecto de ciudad”, encontramos muchísimas afinidades entre los proyectos de otros partidos, incluso, en algún caso, nuestro proyecto recoge planes que ya están materializados por los liberales. ¿Es que algún partido, descartando la corrupción, lo va a hacer mal aposta?, ¿es que, por el hecho de no ser socialistas, no van a ser capaces de tener buenas ideas?, ¿en un ámbito tan limitado como es el local, se pueden ofrecer una gran disparidad de planes como para crear una oferta radicalmente distinta?. Sin embargo crear esa oferta radicalmente distinta es lo que tenemos que plantear a los ciudadanos para cambiar el sentido de su voto o para cambiar su argumentación sobre el absentismo.

Para buscar esos planes no hay que ir a los "carril bici", ni a centros de salud, ni a viviendas de protección oficial, porque todo eso es tan capaz, tan electoralista, tan gestionable por los liberales como por los socialistas, como por otros progresistas. Nosotros tenemos que vender un concepto no infraestructuras, el concepto de la acción socialista, y tenemos que saber explicarles porque es mejor nuestro concepto que el de ellos. En resumidas cuentas, tenemos que vender ideología.

La primera pregunta que nos debemos hacer, que el partido debería extendernos a todos los militantes es: después de tantos años, de tantos debates, de tantos cambios, ¿sabemos  cual es el concepto de la acción socialista, ¿no se nos habrá difuminado en horas de intercambio de opiniones, de progresión conceptual, de estrategias políticas?. El partido no es un equipo de fútbol del que eres socio por inercia, por costumbre, por familiaridad o por revanchismo para con otros.

La segunda es cómo transmitirle a la sociedad nuestra ideología,como llegar a ser capaces de transmitir a los demás lo que les proponemos. Este debe de ser nuestra estrategia, realizar una labor pedagógica no comercial, ofrecemos conceptos no vendemos lavadoras. ¿Por qué los que tenemos más de cincuenta años creemos que la juventud no es capaz de implicarse como nosotros nos implicamos en la década de 1970?, pues porque hemos sido incompetentes en la labor pedagógica que se nos debe exigir a los que estamos implicados en una acción política. Y es por esto que los liberales nos están comiendo el terreno, por que siendo ellos la opción mercantilista de la sociedad, la gestión de la sociedad a través de los mercados, ofrecen ese mercado a la sociedad. Ellos sí pueden vender lavadoras, pero nosotros no.