miércoles, 7 de julio de 2010

Del fracaso escolar al coche oficial

http://www.abc.es/20100628/opinion-colaboraciones/ignacio-camacho-fracaso-escolar-20100628.html


En la sociedad en la que vivimos, para realizar cualquier actividad de una forma eficiente y eficaz, y así debe de ser la actividad política, hay qye tener un alto grado de capacitación. Ese grado de capacitación, dado el tiempo y los recursos necesarios para alcanzarlo, viene de la mano de la profesionalización.

Otra cosa es que la representación orgánica de los partidos políticos, dificilmente se asiente sobre plataformas de eficacia en la gestión de sus recursos humanos; sino en la competencia soberanista de las distintas tendencias, aupadas, democrática pero poco objetivamente, por la fuerza de los votos en los congresos y asambleas. Es ahí como dice el artículo de forma un tanto torticera, cuando se elije al politico, pero no lo hacen por su profesionalidad sino como contraprestación al apoyo de una legítima percepción de un grupo de presión victorioso.

¿Habría alguna forma de conseguir un equilibrio?. Porque no quiero que se me interprete como contrario a las corrientes de opinión o al simple hecho de defender una percepción discordante, ni mucho menos; pero un político, como cualquier trabajador, debe de ser valorado en función de su eficiencia en el conocimiento del medio, su eficacia en la persecución de los objetivos que le son encomendados y acatamiento a la evaluación por los órganos competentes.

En caso de disfunción o de incompatibilidad, es cuando la alternancia debe de ser sobrellevada como una conclusión natural y lógica, y las cualidades personales redirigidas a otros objetivos. Otra cosa, la alternancia por la alternancia, está bien para los presidentes de las comunidades de vecinos; e incluso así, tampoco estoy muy seguro.